EL FEUDALISMO

DBA: - Analiza la influencia del imperio romano en la cultura de occidente y los aportes en diversos campos como la literatura, las leyes, la ingeniería y la vida cotidiana.
 - Analiza la Edad Media como un periodo histórico que dio origen a instituciones sociales, económicas y políticas en relación con el mismo período de las sociedades precolombinas.


OBJETIVO: Describe los principales eventos que identificaron las sociedades europeas en la Edad Media (lucha entre imperios, modelo económico feudal, poder económico y político de la iglesia, desigualdad social).

INTRODUCCIÓN

El feudalismo o régimen feudal es el tipo de sociedad que predominó en Europa occidental en el siglo X, se expandió durante el siglo XI y alcanzó su apogeo a finales del siglo XII y durante todo el siglo XIII. En estos siglos el feudalismo se dio predominantemente en Francia, Alemania y buena parte de Italia. También hubo feudalismo en Inglaterra, ciertos reinos cristianos de España y los estados latinos del cercano Oriente. A la época de la historia de Europa donde predominó el régimen feudal se le denomina Edad Media. La palabra feudal deriva, según unos, del antiguo alemán feod, equivalente a ganado, predio, patrimonio, y también significa la forma más antigua de canje; según otros, proviene de fé, recompensa. El feudalismo unía la prestación política y militar a la posesión de tierras con el propósito de preservar a la Europa medieval de su desintegración en innumerables señoríos independientes tras el hundimiento del Imperio Carolingio. 


ORÍGENES
De esta manera los pequeños propietarios, entregaron sus tierras a los señores, con la condición de que les permitieran seguir residiendo en ellas y los defendieran contra la agresión.La ruralización de la sociedad: A partir del siglo V, con la constante llegada y asentamiento de los pueblos germanos en el antiguo territorio del imperio, prácticamente desapareció el intercambio comercial y las ciudades se despoblaron.El aumento de poder de los señores: Los reyes distribuían tierras entre los principales señores. A los altos funcionarios les daban también feudos de dominio real, llamados beneficios, para que los usufructuaran mientras ocupaban el cargo. La posesión de carácter transitorio, se convirtió en propiedad definitiva.
Entre las razones que explican el surgimiento y difusión del feudalismo se hallan:
- La caída del Imperio Romano de Occidente: Con la consiguiente desaparición del poder del emperador y la estructura organizativa del imperio, que produjo la fragmentación del poder y creó un clima de inseguridad política, inestabilidad social y decadencia económica.
La segunda oleada de invasiones en Europa: En esta ocasión no fueron los germanos sino musulmanes, normandos y húngaros, quienes entre los siglos VIII y X presionaron fuertemente sobre la sociedad medieval campesina. 
Ante la presencia de estos nuevos enemigos, Las poblaciones despavoridas, al no hallar oportuno apoyo en los reyes, lo solicitaron de los señores, quienes les dieron refugio en sus fortalezas y castillos a cambio de sumisión.
Todo hombre libre era militar; desde el siglo IX combatió a caballo, y se llamó caballero. La profesión se convirtió en una dignidad, y el que la ostentaba fue considerado noble. 
Los caballeros pobres entraron al servicio de los señores.



La debilidad de los reyes. El rey vivía de las rentas productos de sus propiedades. Los abundantes regalos de tierras y perdida de beneficios, lo fueron empobreciendo; con ello disminuyó su bienestar y la importancia de su ejército. 

La crisis del poder monárquico: Paralelamente a lo anterior, se produjo un debilitamiento del poder de los monarcas germanos, que no pudieron resistir la oleada de invasiones, trasladándose el poder real a los señores feudales locales o a los antiguos funcionarios y colaboradores de los reyes, como condes, marqueses y duques, que comenzaron a independizarse, impartiendo justicia, cobrando impuestos y manteniendo sus propias tropas.
Ya no existió un verdadero gobierno general, sino una serie de minúsculas soberanías relacionadas por vínculos de buena fe. Además, no se prestaba obediencia a una institución o estado, sino a un hombre; el vínculo personal reemplazaba la idea patria.
La población abandonó las ciudades para buscar una forma de sobrevivir en el campo.
De esta forma, se tendió a consolidar una economía de auto subsistencia.



LA SOCIEDAD FEUDAL



La sociedad vivía en torno al feudo, que era una posesión territorial generalmente muy extensa, donde se hallaba el castillo feudal, las viviendas de los vasallos, villanos y siervos; las tierras de cultivo, pastizales, bosques, corrales para animales, etc.


Los grupos sociales característicos del período feudal fueron:


Los nobles quienes vivían en el castillo, una construcción sólida que contaba con muy diversos anexos y servía de protección a esos nobles, dado el carácter destructor de las guerras feudales. Los miembros de la nobleza no realizaban ninguna actividad productiva y su mayor preocupación consistía en el adiestramiento en el manejo de las armas para convertirse en buenos guerreros.

El señor era el dueño de los feudos y podía tener vasallos que hacían parte de la misma nobleza, con títulos como conde, duque o marqués, o simplemente señores locales que poseían a su vez sus propios vasallos, que se ponían bajo su protección. Tenían el derecho de administrar justicia, dictar leyes, cobrar impuestos, declarar la guerra o la paz con otros señores feudales.

Los clérigos, concretamente en los feudos eclesiásticos, hicieron una vida semejante a la de los bellatores y guerreros, al menos por un tiempo, pero a partir del siglo X modificaron su existencia cuando fueron adscritos a las capillas de los castillos o en las pequeñas iglesias de las aldeas, dedicados a las actividades propias de la religión. Fueron ellos quienes más se preocuparon de los aspectos culturales y, en consecuencia, los que se encargaron de la educación intelectual de algunos nobles, a quienes enseñaron a leer y escribir y, desde luego, los principios de la religión.



Los campesinos podían clasificarse en libres y siervos. Los primeros cultivaban las tierras de su propiedad, que podían vender o arrendar, y eran dueños de cambiar de residencia y casarse sin consentimiento del señor.



Los siervos pertenecían a la tierra o gleba (surco), que les estaba prohibido abandonar; si el solar era enajenado pasaban a depender del nuevo propietario, quien no podía privarlos del lote que ocupaban. Para casarse les era necesaria la venia del señor. Cuando la mujer era de otro lugar tenían que abonar un impuesto especial.


Tanto los siervos como los campesinos llevaban una vida miserable habitaban en casuchas próximas al castillo o en pequeñas aldeas, casi siempre en un estado de miseria; estaban sujetos a periodos de escasez, hambre y epidemias; laboraban largas jornadas en las que la fuerza de trabajo era el más valioso recurso para la producción, dado el atraso de las técnicas agrícolas. Además, su miseria se agudizó con una serie de obligaciones que tenían que cumplir al señor feudal: impuesto personal, impuesto de circulación; pecho o talla (arriendo), que debían cubrir varias veces al año; rescate, cuando tenían que contribuir para salvar al señor feudal; cargas en especie, impuesto sobre el ganado, impuesto sobre ventas; impuesto de entrada y permanencia, y trabajos personales; todas ellas se aplicaron sólo a los aldeanos, no a los nobles.



Mientras que el siervo, adscrito de por vida al feudo y que no poseía propiedades pues sólo trabajaba las tierras del señor, tenía como obligaciones: el censo matrimonial, el derecho de pernada, el de manos muertas y el de manumisión, además de que imponían la obligación de beneficiar sus productos en las instalaciones del señor y debía pagar por ello.





EL SISTEMA FEUDAL

“El feudalismo se caracterizó por la existencia de muchos pequeños estados en los que la posesión de la tierra determinaba la categoría del individuo." 




Socialmente representó el predominio de la aristocracia guerrera en las que sus miembros estuvieron unidos entre sí por relaciones de vasallaje.
El elemento principal de este régimen fue el beneficio o feudo, que, como ya se ha enunciado, era la entrega de tierras por parte de los reyes y señores a cambio de la fidelidad y prestación militar y personal del vasallo. 

Este contrato se suscribía durante la realización de un acto de gran solemnidad, que se dividía en tres etapas:

1. Homenaje o juramento de fidelidad al rey, donde el vasallo se arrodillaba con la cabeza descubierta y sin armas, y colocaba sus manos juntas entre las manos del señor. Luego pronunciaba la frase: “Señor, yo seré vuestro hombre”.

2. Fe, que consistía en un juramento de fidelidad. El vasallo colocaba sus manos sobre las Sagradas Escrituras o alguna reliquia.

3. Investidura, donde el señor investía al vasallo del feudo y le entregaba algún objeto que simbolizaba la tierra, como por ejemplo una rama o un terrón.


Mediante el homenaje y la investidura quedaban establecidas obligaciones recíprocas, dentro de las cuales el vasallo debía cumplir con la de ayuda y consejo. La ayuda era el servicio militar o de hueste, donde el vasallo debía presentarse con armadura y caballo y mantenerse por sus propios medios. Como un señor feudal contaba con muchos vasallos, se aseguraba las fuerzas armadas necesarias para proteger sus bienes.
Posteriormente, el servicio militar se limitó a solo cuarenta días al año; entonces el vasallo debía prestar ayuda pecuniaria (en dinero efectivo), que podía utilizarse en distintas circunstancias, tales como para pagar el rescate del señor caído prisionero o para el matrimonio de la hija mayor.
El consejo, en tanto, comprendía principalmente servirle en los pleitos como juez.
Además de tierras, con el tiempo también fueron entregados en feudo toda clase de funciones y derechos públicos, por lo que el poder efectivo del señor feudal era bastante limitado, ya que solo ejercía autoridad sobre "sus dominios y los vasallos inmediatos”.


Se establecía mediante el contrato que el vasallo perdería el feudo si dejaba de cumplir con los servicios prometidos, si desamparaba al señor en batalla, si conspiraba contra él, si no procuraba sacarlo de su prisión, si enajenaba el feudo sin permiso del señor, o si muerto éste, dejaba de presentarse a su sucesor para prestarle juramento de fidelidad.




VIVIENDAS Y ALGUNAS COSTUMBRES DE LA ÉPOCA




Los castillos: eran las viviendas de los señores feudales, que generalmente se ubicaban sobre una colina y se construían con enormes y gruesos muros de piedra, separados del exterior por un foso profundo que se atravesaba por un puente levadizo. En el interior, de acuerdo a la magnitud del castillo, se podían distinguir varias dependencias como: una gran sala destinada a comedor y otras actividades diarias; las habitaciones privadas del señor y su familia; habitaciones para los hombres de armas y sirvientes; la capilla, la despensa, el calabozo; además, los cobertizos para cocinar, el o los hornos, los establos, las perreras, etc.



Los castillos comprendían varias partes:

Las obras externas, compuestas de un foso y una muralla coronada por escudos de piedra; esta muralla muy alta y ancha, tenía un camino de ronda parea la ubicación o el transito de soldados y presentaba a veces una saliente con agujeros en el piso, llamada matacana, destinada a arrojar flechas, plomo derretido y líquidos hirvientes. Se entraba por un puente levadizo tendido sobre el foso, que conducía a una puerta rodeada por torres.

El primer recinto: detrás de los muros, protegidos por torres en las esquinas, existía un amplio espacio donde estaban el corral, los graneros y las dependencias; allí se alojaban las poblaciones del señorío en caso de peligro.

El segundo recinto, separado a veces del primero por un nuevo foso y otra muralla, contenía las habitaciones del señor dispuestas alrededor de un patio de honor, en uno de cuyos lados se levantaba la capilla. Lo dominaba una enorme torre maciza de gran altura, el torreón o torre del homenaje, de cuyo borde superior sobresalía una pequeña garita: la atalaya.







Casas o chozas: eran las viviendas que alojaban a los vasallos, campesinos y pequeños propietarios. Por lo general eran de madera o adobe, barro o piedra de estructura muy sencilla, con piso de tierra y techo de paja y una sola habitación.

Se cocinaba y se realizaban otro tipo de actividades en el exterior.




El matrimonio: solía ser concertado por los padres y realizarse a temprana edad, regularmente entre los 14 y 16 años. Los vasallos debían pedir permiso al señor feudal para casarse, e incluso en algunas regiones se difundió la costumbre de que la noche de bodas la pasara la recién casada con el señor feudal.

Entre los sectores nobles, la familia de la novia entregaba una dote como regalo al marido, quien podía disponer de ella libremente.

La caballería: Los nobles, generalmente analfabetos, despreciaban la instrucción. Desde muy jóvenes entraban a servir como pajes y después como escuderos de un señor, que les enseñaba buenos modales, esgrima y equitación; luego eran armados caballeros en una solemne ceremonia.






El caballero debía ajustar su conducta a ciertas reglas morales: cuidar su honor o buen nombre, evitando todo acto de cobardía; mantenerse leal a sus juramentos, pues la felonía o infracción de éstos se consideraba como la más despreciable falta; defender a los débiles; respetar a la mujer; reparar las injusticias que presenciara y sostener la religión católica.




Sus juegos y entretenciones eran torneos que realizaban por equipos que luchaban en una batalla simulada, sobre un extenso campo. Los vencedores obtenían las armas y armaduras de los derrotados. En la justa ecuestre, los caballeros armados luchaban uno contra otro, a caballo y con lanzas, y en ocasiones con espadas. Los contendientes debían dirigirse el uno contra el otro a toda velocidad y tratar de derrumbar de un solo golpe de lanza al adversario. Si la justa era de paz, se utilizaban armas embotadas o protegidas; pero si la justa era de guerra, ésta terminaba con la muerte de uno de los combatientes.


LA CULTURA MEDIEVAL 


Por las condiciones del sistema feudal, es comprensible que la cultura de esa época sufriera un grave estancamiento, en ocasiones un retroceso, por la poca atención que se destinó a las actividades de orden cultural. Los grupos nobiliarios, salvo excepciones, se interesaron sólo por la formación militar y descuidaron seriamente su formación intelectual; en tanto, la población humilde, además de que no disponía de tiempo suficiente para dedicarlo a su preparación, no tenía instituciones educativas que lo hubieran permitido, porque el nivel e ignorancia en que se les mantenía era el que convenía a los sectores dirigentes de la época. De hecho fueron sólo los miembros del clero quienes se dedicaron con interés a todas las actividades culturales, pero casi siempre subordinándolos a dogmas y principios de la religión cristiana, y muchas veces restringiendo la obra de algunos personajes que se preocuparon por investigar la realidad de los fenómenos universales.

Podemos decir que la cultura y la educación durante la edad media estuvieron controlados por la iglesia, la que impuso normas muy severas al trabajo intelectual, acusando de heréticos a todos los que se atrevían a poner en duda los principios fundamentales del cristianismo; establecieron como fuentes inmediatas del conocimiento la fe y la predestinación.

En el campo de las artes hubo mayor libertad, siempre y cuando eso produjera beneficios a los sectores acomodados; así pues, la arquitectura, la escultura, la pintura, la música y la literatura estuvieron permanentemente al servicio de los guerreros o de la iglesia.

Arquitectura: Al principio las construcciones se hicieron sobre la base de muros gruesos y altos; estos patrones se fueron modificando durante los siglos XI y XII para dar paso al estilo románico, que empleó el arco de medio punto, el contrafuerte, las columnas redondas y los gruesos muros y sirvió para la construcción de castillos, iglesias rectangulares, catedrales, casas consistoriales y palacios.

La escultura: Durante esta época la escultura fue rígida, acartonada y exageradamente inexpresiva en el trabajo del rostro; las figuras representadas, siempre personajes divinos, caballeros andantes o señores feudales, son tiesas y sus vestimentas no muestran movimiento.

La pintura: También poco expresiva, la pintura se distinguió por los fondos sumamente oscuros, de los que solamente destacó el rostro de personajes pintados. La temática de la producción pictórica de esa época fue preferentemente religiosa, para reproducir escenas de pasajes bíblicos, o retratos de nobles y pasajes de corte.

La literatura: Poca oportunidad hubo de dejar constancia de una producción literaria importante: era muy reducido el porcentaje de personas que sabían leer y escribir y, de hecho, la literatura medieval se transmitió de manera oral por los juglares o trovadores, que cantaban de castillo en castillo las hazañas de algunos caballeros; eran poemas épicos como El Cid o la Canción de Rolando. (ver "el poema del miocid")



DECADENCIA DEL FEUDALISMO


El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su decadencia. Entre las causas de la decadencia del feudalismo tenemos las cruzadas, porque dieron paso a la nueva forma capitalista de producción.




Debemos observar que las cruzadas fueron un factor fundamental para el desarrollo y enriquecimiento de la nueva clase social, la burguesía, que aprovechó esas guerras y promovió el progreso de la industria y de las ciudades e impulsó la expansión mercantil europea sobre la base del intercambio de una creciente manufactura, y de la distribución de artículos de origen oriental que eran vendidos entre la propia burguesía y muchos feudales esto permitió que desapareciera la economía de autoconsumo y por ende el feudalismo.




La burguesía se agrupó en las afueras de las arruinadas ciudades antiguas “los burgos” de donde proviene su nombre. Esta nueva clase social era conformada generalmente por comerciantes, industriales y gente que no se dedicaba a trabajos manuales.





La burguesía consiente del papel que ocupaba en la economía luchó por lograr su completa emancipación del dominio feudal. En ocasiones los artesanos y comerciantes de las ciudades aprovecharon el endeudamiento de los señores feudales y su necesidad de dinero para emanciparse de ellos por medio de la compra, la que legitimaban a través de un documento llamado Carta de Libertad y fueros. Otras veces, cuando hubo resistencia de los feudales para otorgar o vender esa libertad, se lanzaron a la guerra.

En muchos casos las ciudades conseguían su emancipación, luego de penosas luchas, pero quedaban tan debilitadas que eran presa fácil de los monarcas quienes las conquistaban o incorporaban a su reino. También hubo otra forma por la cual los centros urbanos conseguían la libertad o cuando menos algunos derechos: la alianza con los reyes, quienes aprovecharon la riqueza y respaldo de las ciudades para crear ejércitos con los que pudieron someter a los feudales, y crear en ocasiones el estado nacional.


CARACTERÍSTICAS DEL FEUDALISMO


Se destacan los siguientes rasgos fundamentales:



1. Era una economía fundamentalmente agraria

2. La producción era para el consumo, es decir que solo se producía lo necesario para utilizar en el feudo.

3. Dependencia personal del siervo respecto del señor feudal (campesinos respecto al terrateniente).

4. Dado que era un sistema de producción solo era para el consumo interno, no habia tecnologia, investigacion de productividad u otros. 

5. Era una relación de servilismo, por tanto el trabajador no recibía sueldo alguno sino el beneficio de pertenecer a la comunidad del feudo.

6. Correspondía un gran papel a la iglesia, que también era terrateniente feudal y ejercía una sensible influencia sobre todo el régimen social del feudalismo.

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